lunes, 22 de diciembre de 2014

¿Soy asertivo/a?

Dentro del aula podemos comportarnos de tres formas distintas, atendiendo a cómo utilizamos las habilidades sociales: agresiva, asertiva o pasiva. Conocer las características y las consecuencias de cada una de ellas, será clave para obtener un buen clima en clase y buenos resultados, tanto a nivel académico como a nivel personal.

Puede que a muchos les suene esto a “chino” o que piensen que dentro del aula no influye el comportamiento del profesor sobre el alumno. Incluso puede que piensen que estos estilos sólo aparecen en los adolescentes. ¡Pues están equivocados/as! Si hay algo que afecta directamente al aula es el estilo comportamental del docente, y ahí es donde entran en juego las habilidades sociales. Voy a explicaros los tres estilos que puede seguir un docente a la hora de interactuar con sus alumnos/as.

Agresivo. Te preguntarás: ¿habilidades sociales? ¿Qué es eso? Este es tu estilo si contestas mal a tus alumnos cuando te hacen una pregunta, defiendes tu postura firmemente sin aceptar la del otro e incluso la tiras por el suelo. Frases como: Llevo 25 años dando clase y tú no eres nadie para cuestionarme lo que pienso sobre esta teoría o ¿Eres tonto/a? ¿Por qué me preguntas eso son indicadores para identificarte.

Consecuencias: aumento de los conflictos en el aula (entre iguales y entre profesor-alumno), mala relación entre profesor y alumno, alumnos con poca motivación para aprender y con miedo hacia el profesor, no se fomenta el uso de las habilidades sociales en el aula y baja el rendimiento académico.

Pasivo. Te quedas impasible ante los conflictos del aula, sin mediar ni intervenir. Pensarás: ¿para qué me voy a meter, si son cosas de críos? Déjalos que se maten entre ellos. Dejas que tus alumnos establezcan sus propias normas, que te impongan su criterio, chantajeen, se nieguen a hacer los deberes, copien en los exámenes, se insulten y se peguen entre ellos.

Consecuencias: muy similares a las del estilo anterior. En ese caso, la pasividad del profesor hace que la clase no esté nada estructurada, lo cual se diferencia del anterior estilo. En el agresivo sí que se estructura la clase, debido a que el profesor utiliza su “agresividad” para imponer una serie de normas. No obstante, su agresividad genera el conocido “efecto rebote”, haciendo que aparezca más agresividad. La falta de estructuración impide que se pueda impartir clase con normalidad y provoca el aumento del fracaso escolar.

Asertivo. Sigues este estilo si conoces lo que son las habilidades sociales y las utilizas. Eres una persona que defiende su postura pero que, a la vez, sabe escuchar y valorar la postura del otro. En tu clase no hay peleas y, en caso de que las haya, sabes atajarlas a tiempo y mediar entre las partes afectadas para que no vuelva a ocurrir. Los alumnos no te ningunean y/o chantajean. Pero eso no es todo… Gracias a tu estilo de comportamiento, te sientes satisfecho porque tu relación con tus alumnos es mejor.

Consecuencias: buen clima en el aula, alumnos aprenden a utilizar las habilidades sociales, hay sitio para el debate, aumenta la motivación del alumno por aprender, existe buena relación entre todos las personas que forman parte del aula, prácticamente no existen conflictos (si aparecen se solucionan) y la clase está totalmente estructurada, siendo el profesor quien la dirige.

Antes de entrar a clase, hazte esta pregunta: ¿soy asertivo/a? Si la respuesta es no, recapacita, reflexiona y cambia tu comportamiento. Hazlo por el bien de la enseñanza. Y si quieres conocer una técnica para ser asertivo, pincha aquí.

Fuente: MorgueFile

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